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Qué requisitos hay para que los hogares obtengan certificación energética

28/02/2025
Edificio energético

La creciente conciencia sobre el impacto ambiental y el elevado coste de la energía han impulsado la necesidad de evaluar y mejorar la eficiencia energética de los edificios. En este contexto, la certificación energética se ha convertido en una herramienta fundamental para informar a los propietarios y potenciales compradores sobre el consumo de energía de una vivienda, basándose en una escala que va desde la letra A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente). Este certificado no solo indica el rendimiento energético, sino que también ofrece recomendaciones para su mejora.

La normativa en materia de eficiencia energética, en gran parte derivada de directivas europeas, exige la certificación energética en diversos casos, como en la compraventa o alquiler de viviendas. El objetivo principal es promover la reducción del consumo energético, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar la utilización de energías renovables. Conocer los requisitos para obtener esta certificación es esencial para cumplir con la legislación vigente y optimizar el valor de la propiedad.

¿Qué es la certificación energética y para qué sirve?

La certificación energética es un documento que acredita la calidad energética de un inmueble. Este documento es realizado por técnicos certificadores habilitados, quienes evalúan las características constructivas del edificio, sus instalaciones térmicas y su consumo energético real o estimado. La evaluación se basa en un software oficial homologado por las autoridades competentes.

El certificado energético tiene un valor informativo crucial, ya que permite a los compradores o inquilinos conocer el coste energético aproximado de la vivienda y su impacto en el medio ambiente. Además, obliga a los propietarios a mejorar la eficiencia energética de sus inmuebles, incentivando la inversión en medidas de rehabilitación y renovación. También sirve para comparar diferentes viviendas según su rendimiento energético.

Es importante destacar que la certificación energética no es una inspección técnica del edificio, sino una evaluación de su eficiencia energética. No detecta defectos estructurales ni problemas de seguridad, sino que se centra exclusivamente en el análisis del consumo energético y las posibles mejoras para reducirlo.

Documentación necesaria para la certificación energética

Para obtener la certificación energética, es necesario aportar una serie de documentos al técnico certificador. Entre ellos, el plano de la vivienda (si se dispone de él), la escritura de propiedad o contrato de alquiler, la factura de la última lectura del contador de electricidad y, en caso de calefacción individualizada, la factura del suministro de gas o combustible.

Si la vivienda ha sido objeto de reformas recientes que hayan afectado a su eficiencia energética, como la instalación de ventanas de doble vidrio o el aislamiento de la fachada, también es necesario aportar la documentación que lo acredite. Esta información permite al técnico tener una visión más precisa del estado actual de la vivienda.

La exactitud de la información proporcionada es fundamental para garantizar la validez del certificado energético. La falta de documentación o la información errónea pueden invalidar el certificado y generar problemas legales.

El proceso de certificación energética: pasos a seguir

Casa moderna, sostenible y familiar

El proceso de certificación energética comienza con la contratación de un técnico certificador habilitado. Es importante verificar que el técnico esté debidamente acreditado y registrado en el organismo competente de la comunidad autónoma. Una vez contratado, el técnico se pondrá en contacto para coordinar la visita a la vivienda.

Durante la visita, el técnico inspeccionará las características constructivas del edificio, las instalaciones térmicas y el estado de conservación de los elementos que influyen en el consumo energético. También tomará medidas y recolectará datos relevantes para la evaluación.

Finalmente, el técnico elaborará el certificado energético utilizando un software oficial y lo registrará en el organismo competente. El certificado tendrá una validez de diez años, durante los cuales se deberá exponer en caso de venta o alquiler de la vivienda. La entrega del certificado se realiza tanto en formato físico como electrónico.

Obligaciones y excepciones de la certificación energética

La certificación energética es obligatoria en la transmisión de la propiedad de viviendas existentes y en la contratación de arrendamientos de viviendas. Esto significa que tanto el comprador como el inquilino tienen derecho a recibir el certificado energético antes de firmar el contrato.

Existen algunas excepciones a esta obligación, como la venta o alquiler de viviendas de nueva construcción que ya cuentan con un certificado de eficiencia energética. También están exentos los edificios catalogados como patrimonio histórico-artístico, siempre que las mejoras de eficiencia energética no alteren sus características arquitectónicas.

El incumplimiento de la obligación de certificar energéticamente una vivienda puede acarrear sanciones administrativas, que varían según la comunidad autónoma y la gravedad de la infracción. Por lo tanto, es fundamental cumplir con la normativa vigente.

Conclusión

La certificación energética es una herramienta esencial para mejorar la eficiencia energética de los hogares y contribuir a la sostenibilidad ambiental. Aunque puede suponer un coste inicial, a largo plazo puede generar ahorros significativos en las facturas de energía y aumentar el valor de la propiedad. Comprender los requisitos y el proceso de obtención de la certificación es fundamental para cumplir con la legislación vigente y tomar decisiones informadas.

En definitiva, la certificación energética no es solo una obligación legal, sino una oportunidad para optimizar el consumo energético de la vivienda, mejorar su confort y proteger el medio ambiente. Adoptar medidas de eficiencia energética no solo beneficia a los propietarios, sino que también contribuye a un futuro más sostenible para todos.