
La sostenibilidad es un pilar fundamental para el diseño de las ciudades del futuro, y la movilidad juega un papel crucial en este ecosistema. La electrificación del parque automotor, combinada con la necesidad de optimizar la infraestructura de recarga, presenta desafíos y oportunidades significativas. En el contexto de las ecópolis, donde la eficiencia y la integración son prioritarias, se están explorando y desarrollando tecnologías innovadoras para permitir la recarga de vehículos mientras se está en movimiento. El concepto de “recarga en movimiento” abre nuevas vías para la adopción masiva de vehículos eléctricos, eliminando la ansiedad por la autonomía y optimizando los viajes.
La transición hacia una movilidad más verde exige soluciones prácticas y accesibles. Más allá de las estaciones de carga tradicionales, se busca una forma de alimentar los vehículos mientras siguen en funcionamiento, reduciendo los tiempos de espera y maximizando la utilidad de la energía. Este artículo explorará las tecnologías más prometedoras que están haciendo posible esta realidad, analizando sus ventajas, limitaciones y potencial impacto en el futuro de las ciudades.
Tecnologías basadas en la inducción magnética
La inducción magnética se ha convertido en una de las soluciones más maduras y probadas para la recarga en movimiento. Este sistema, que utiliza bobinas de alimentación y rectificación instaladas en la carretera, transmite energía al vehículo eléctrico a través del contacto o la proximidad. Aunque requiere modificaciones en la infraestructura vial, ofrece una alta eficiencia en la transferencia de energía y puede operar a velocidades moderadas. Actualmente, varias empresas están desarrollando y probando este sistema en vías públicas y privadas.
La principal ventaja de la inducción magnética es su capacidad para proporcionar una carga continua y eficiente al vehículo. Además, la tecnología es relativamente estable, demostrando una fiabilidad importante en condiciones diversas. No obstante, el coste de la implementación de la infraestructura es un factor limitante, y la compatibilidad entre vehículos y la carretera necesita ser optimizada para asegurar un rendimiento óptimo. Se están realizando esfuerzos para reducir el coste de las bobinas y mejorar la eficiencia energética del sistema.
En términos de aplicaciones, la inducción magnética se considera ideal para corredores de tráfico de alta demanda, como autopistas y carreteras convencionales. Su instalación puede integrarse en proyectos de mejora de la infraestructura vial, ofreciendo una solución de recarga en movimiento integrada con la mejora del transporte. El desarrollo futuro se enfoca en la miniaturización de las bobinas y la optimización del sistema para minimizar el impacto en el tráfico.
Tecnologías de contacto inalámbrico (Near Field Communication – NFC)
La tecnología NFC (Near Field Communication) ofrece una alternativa más sencilla y económica para la recarga en movimiento, especialmente para vehículos que operan en entornos urbanos y de baja velocidad. Este sistema permite la transferencia de energía mediante la proximidad entre una placa de carga en la carretera y un receptor en el vehículo. La NFC es una tecnología ampliamente utilizada en pagos móviles, lo que facilita su integración en la infraestructura.
La principal ventaja de la NFC es su relativa facilidad de implementación, ya que no requiere modificaciones importantes en la infraestructura vial. Además, la tecnología es segura y ofrece una buena eficiencia en la transferencia de energía a bajas velocidades. Sin embargo, la potencia de carga es limitada, lo que restringe su aplicación a vehículos ligeros y a la recarga parcial. La velocidad de recarga es también un factor limitante, ya que la distancia de contacto debe mantenerse constante.
Las aplicaciones de la NFC en la recarga en movimiento son principalmente en zonas urbanas de baja velocidad, como aparcamientos, calles de acceso a edificios y zonas peatonales. Se espera que esta tecnología se combine con sistemas de gestión inteligente del tráfico para optimizar la recarga y evitar congestiones. El futuro de la NFC en este ámbito pasa por el aumento de la potencia de carga y la mejora de la eficiencia del sistema.
Tecnologías de resonancia magnética

La resonancia magnética representa una tecnología emergente con un gran potencial para la recarga en movimiento. A diferencia de la inducción magnética, este sistema no requiere contacto físico entre el vehículo y la carretera. En cambio, utiliza ondas de radiofrecuencia para excitar las bobinas del vehículo, generando una corriente eléctrica. Esta tecnología ofrece una mayor flexibilidad y adaptabilidad.
La principal ventaja de la resonancia magnética es su adaptabilidad, ya que no se limita a la proximidad física entre el vehículo y la carretera. Esto permite la recarga en una gama más amplia de lugares y condiciones. Además, la tecnología es relativamente segura y no requiere modificaciones importantes en la infraestructura vial. Sin embargo, la eficiencia de la transferencia de energía es actualmente menor que la de la inducción magnética, y la tecnología aún está en fase de desarrollo.
Las aplicaciones potenciales de la resonancia magnética son muy amplias, incluyendo carreteras convencionales, autopistas, áreas urbanas y incluso espacios exteriores. Se espera que esta tecnología evolucione rápidamente a medida que se optimicen los algoritmos de control y se mejoren la eficiencia de la transferencia de energía. La investigación se centra en la reducción de las pérdidas de energía y el aumento de la potencia de carga.
Integración con sistemas inteligentes de gestión del tráfico
La optimización de la infraestructura de recarga en movimiento requiere una integración inteligente con los sistemas de gestión del tráfico. Estos sistemas pueden monitorizar el estado de la batería de los vehículos, predecir la demanda de energía y optimizar la distribución de la carga en la carretera. La información se puede utilizar para evitar sobrecargas, gestionar el flujo del tráfico y ofrecer incentivos para la recarga en momentos de baja demanda.
La integración con sistemas inteligentes permite una gestión eficiente de la red de recarga, minimizando el impacto en el tráfico y la red eléctrica. Además, la información recopilada por los sistemas de gestión puede utilizarse para mejorar el diseño de la infraestructura y optimizar el rendimiento de las tecnologías de recarga. La colaboración entre los diferentes actores involucrados (fabricantes de vehículos, proveedores de energía, administraciones públicas) es fundamental para el éxito de esta integración.
El futuro de la recarga en movimiento reside en la creación de una plataforma unificada que integre todos los componentes del sistema, desde la infraestructura de recarga hasta el vehículo y el usuario. La aplicación de tecnologías como la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT) permitirá una gestión más inteligente y eficiente de la recarga, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de movilidad.
Conclusión
La recarga en movimiento representa un avance significativo en la implementación de vehículos eléctricos, transformando la forma en que concebimos la movilidad y la infraestructura. Las diversas tecnologías exploradas, desde la inducción magnética hasta la resonancia magnética, ofrecen soluciones viables y adaptables a diferentes entornos y necesidades. El éxito de estas tecnologías dependerá de la colaboración entre fabricantes, proveedores de energía y administraciones públicas, así como de la continua investigación y desarrollo.
En definitiva, la recarga en movimiento es una pieza clave para avanzar hacia una ecología urbana sostenible, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, minimizando las emisiones y mejorando la eficiencia energética del sistema de transporte. Se espera que, a medida que estas tecnologías maduren y se implementen a mayor escala, contribuyan significativamente a la creación de las ecópolis del futuro, promoviendo una movilidad más limpia, inteligente y accesible para todos.